Nicolas Maduro foto: LEO RAMIREZ/AFP/Getty Images)por Jorge Alberto Chavez Reyes, Lima twitter@limagaynet
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela decidió asumir las competencias del Parlamento, de amplia mayoría opositora y al que considera en desacato. A todas luces, un golpe de Estado judicial y un paso más hacia el autoritarismo sin límites en un país sumido en la crisis económica, cuyos habitantes emigran a otros países de Sudamérica en busca de una mejor vida.
“Se advierte que mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta sala o por el órgano que ella disponga para velar por el Estado de Derecho”, indicó el fallo del TSJ publicado la noche del miércoles.
La decisión ha causado el repudio inmediato de los opositores que en un histórico triunfo le arrebataron el control del Parlamento al chavismo el 6 de diciembre de 2015. Sin embargo, el gobierno chavista se refugió en el TSJ –absolutamente parcializado pues sus 7 miembros fueron nombrados por el ejecutivo chavista- para frenar las leyes y bloquear cualquier intento de control parlamentario que surgiera de la asamblea. En solo un año el TSJ (216) ha emitido 56 sentencias en contra de la Asamblea nacional y entregando todo el poder al presidente Maduro.
El presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela en plena reunión de emergencia con los diputados venezolanos dijo a Infobae: “Esto es claramente un golpe de Estado”
“Esta sentencia muestra lo débil que es el gobierno. Está tan decadente que lo único que le queda es violar la Constitución”, afirmó Borges después de reunirse con los parlamentarios y romper simbólicamente la sentencia frente a la prensa.
Por su parte, Freddy Guevara, primer vicepresidente de la AN, llamó a los venezolanos a invocar los artículos 333 y 350 de la Constitución que faculta y ordena desconocer cualquier acción o régimen ilegítimo y arbitrario.
UN PAIS EN CRISIS
Venezuela, era considerada un país rico y democrático entre los años 60 y 80 del siglo pasado gracias a su enorme producción petrolera y a que- a diferencia de los demás países sudamericanos- no estaba controlada por gobiernos militares. Muchos peruanos buscaron allí refugio, en especial durante la época de crisis económica y el régimen autoritario de Fujimori.
Pero, luego de que Hugo Chávez tomara el poder a fines de los 90, Venezuela entró en una espiral de gasto desmedido. La gran mayoría de venezolanos- sobre todo los favorables al régimen- trabajaban para el Estado y se dejó de producir en el país otra cosa que no fuera petróleo. Mientras el petróleo estuvo a precios altos se pudo mantener la situación pero al caer los precios, el régimen colapsó.
Hoy, en los mercados y estaciones del metro de Lima se puede ver a muchos venezolanos vendiendo arepas y otros productos para ganarse la vida. Pero no sólo eso. Lima se ha convertido en refugio de opositores perseguidos por el régimen de Maduro, en especial desde que Ollanta Humala – amigo del régimen venezolano- dejó el poder en julio de 2016.
Producido el golpe de estado, María Corina Machado, uno de los rostros más visibles de la oposición venezolana le ha pedido al presidente Pedro Pablo Kuczynski que, a través de su canciller, convoque a una reunión de emergencia para activar la Carta Democrática de la OEA para resolver la situación de Venezuela.
“Este golpe de estado es el resultado de lo que hemos advertido durante años: la existencia no solo de un estado fallido, también de un estado forajido en nuestro país. No es solo una dictadura. Es un régimen que ha demostrado sus vínculos con el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo internacional”, dijo en entrevista para Canal N de Lima.
“Quiero hacer un llamado a todas las cancillerías del hemisferio: lo que procede de inmediato es una reunión de emergencia de los cancilleres de la OEA y quisiera que fuera el gobierno de Perú quien tomase la iniciativa de convocar, el día de hoy, la reunión de emergencia”, agregó Machado.
El gobierno peruano reaccionó rechazando el golpe de estado y retirando a su embajador en Caracas.
Detrás de todo esto la sombra siniestra de Cuba.
(30 marzo 2017)
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